¿Existe la depresión infantil? ¿Son los niños vulnerables a
estos síntomas? La respuesta es sí, y es
motivo frecuente de consulta. Sin embargo un niño deprimido es muy difícil de
identificar. Los síntomas de un niño deprimido
y un adulto con estado de ánimo deprimido son completamente diferentes.
¿Cuál es el origen?
La depresión puede ser de origen biológico o como
consecuencia de un acontecimiento vivido. Los niños son reactivos a lo que ven,
viven, escuchan y perciben.
Los niños escuchan, ven, y principalmente sienten. Juegan, ríen
y sobre todo disfrutan. Son parte de la familia; también viven los conflictos
conyugales, los problemas de salud y las dificultades del día a día del resto
de miembros de la familia y en general de quienes les rodean. Es importante
favorecer la comunicación y estar atentos a las señales que nos dan información
de cómo ellos se encuentran. El niño necesita que los adultos que le rodean y
le conocen le refuercen sus puntos fuertes y le ayuden mediante la motivación a
mejorar sus puntos débiles. La expresión de sus sentimientos en un entorno de
seguridad como puede ser el hogar, y la utilización de diversos recursos como
la escritura y el dibujo son atractivos para ellos y ayudan canalizar y
expresar emociones.
El niño aprende mediante la observación y experiencia sobre
como comportarse consigo mismo, con el entorno que le rodea y también con el
futuro. Aprenden e interiorizan los esquemas de funcionamiento en el día a día,
adquieren habilidades y muestran dificultades. Es esencial el papel de los
padres, amigos y maestros para una correcta adaptación y felicidad del niño.
Síntomas:
- Iritabilidad, rabietas frecuentes sin motivo
- Baja motivación ante el juego
- Aburrimiento excesivo
- Rechazo para asistir al colegio
- Dificultades en la concentración y atención
- Elevada actividad motora (hiperactividad)
- Dificultad para alcanzar el peso que corresponde
a su desarrollo evolutivo
- Dificultades con el sueño
- Frecuentes quejas sobre dolores en diferentes
partes del cuerpo
- Signos de agresividad para consigo mismos (
arañazos sin explicación alguna o golpes, moretones etc)
- Agresividad hacia otras personas, niños o cosas
- Acciones que hacen que tenga toda la atención hacia
el (acciones negativas)
Para pensar si es
probable que un niño tenga depresión…
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¿La expresión del niño en el juego refleja cual
es su estado de ánimo? ¿Cómo Juega?
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Mostrar aburrimiento y baja motivación, excesivo
cansancio y dolores corporales o alteraciones en el sueño son síntomas que
deben observarse y hay que prestarles atención. ¿Presenta el niño alguno de los
anteriores síntomas?
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Las rabietas, o berrinches son un modo de comunicación
para los niños ¿son frecuentes en él?
·
¿Ha ocurrido recientemente algún acontecimiento
vital estresante alrededor del niño? si es así, ¿Cómo ha reaccionado el niño
hacia este estresor?
Para
Actuar…
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Proporcionar al niño la información que es capaz
de comprender: Los niños aunque no sean capaces de explicar su estado de ánimo
como los adultos, si son capaces de comprender lo que ocurre a su alrededor.
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Prestar especial atención a los comportamientos
del niño mientras juega: La falta de juegos con compañeros, rechazo a ir al
colegio y falta de interés por actividades o juegos que habitualmente le
gustaban son síntomas claros de su actual estado de ánimo.
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Fomentar la expresión de los sentimientos: Si
los padres validan mediante el dialogo el hecho de que ocurren dificultades y
problemas, el niño aprenderá a expresar con mas facilidad sus emociones, pues se
le mostrará que no es malo expresarlas y que es algo normal. Los padres son el
modelo y referencia que tienen los niños
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Si tu hijo presenta alguno de los síntomas que
aparecen anteriormente, es recomendable consultar un profesional para ayudarlo a
superar esta etapa.
·
Por último siempre es recomendable favorecer
actividades que le gusten al niño, como hacer deporte, caminar, jugar, pintar,
bailar, estar al aire libre, leer, etc.
Bibliografía:
- eRevista Hacer Familia, España, 2014
- Autoria Propia, Danissa Oliva