En este blog se hablará del niño como persona menor de edad que puede ser tanto hombre como mujer. Así mismo, al hablar del ofensor, se hablará del adulto masculino o femenino que en su posición de poder, abusa sexualmente de un niño.
¿Qué se entiende como abuso sexual?
Es todo acto
de sometimiento mediante la fuerza, la amenaza, el chantaje emocional o
económico, la presión, los engaños y aprovechando la superioridad física, de
edad, de autoridad económica o afectiva, por medio del cual se somete a otra
persona a realizar conductas sexuales.
Como
actividad sexual se incluye:
- Cualquier tipo de penetración de órganos genitales en la vagina, ano o boca, en contra de la voluntad, o aprovechando la incapacidad de un menor para comprender ciertos actos. También se incluye el inducir u obligar a tocar los órganos genitales del abusador.
- Cualquier acción que incite al menor a escuchar o presenciar contenido sexual impropio (observar al adulto desnudo o mientras mantiene relaciones sexuales con otras personas, ver material pornográfico o asistir a conversaciones de contenido sexual, por ejemplo).
Conocer sobre el abuso es aprender a prevenirlo |
Lo que muchos se preguntan: ¿Por qué las víctimas guardan el secreto?
Mantener el secreto le asegura al ofensor poder continuar con el abuso
cuanto tiempo desee. Es por eso que se valdrá
de manipulación, amenazas, violencia, aislamiento de la víctima,
culpabilización etc, para lograrlo. En
hogares donde no se fomenta la comunicación entre cuidadores (padres u otros) y
los niños, lograrlo será más fácil, ya que será el adulto abusador quien se
encargue de decirle al niño falsos conceptos de lo que es bueno y lo que es
malo. Así mismo, puesto que por lo general no hay testigos del abuso, es la
palabra del ofensor contra la del niño quien puede temer que no le crean.
Aunque el niño no comprenda que lo que le está sucediendo es malo por su
carácter sexual, sí sabe que es algo horrible por lo peligroso de ese “secreto”.
“El abuso incestuoso empieza cuando la niña es pequeña y va
aniquilando sus fuerzas y su seguridad desde muy temprano. Su vergüenza crece,
la intimidación es enorme. Entonces ella se siente cada vez más indefensa,
vulnerable, sola, impotente, cree que nunca podrá librarse y deja de pensar que
tiene alguna salida. Ella también cree que es culpable y se odia” (G. Batres,
Fuentes: El síndrome de acomodo del abuso sexual. Dra. Gioconda
Batres M.
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