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martes, 26 de agosto de 2014

¿Por qué y Para qué Juegan los Niños?

El juego en las diferentes etapas del desarrollo de los mas peques en el hogar es sumamente importante para que no solo pasen un rato entretenido, sino ademas junto a esto los niños desarrollen habilidades sociales básicas, aprendan sobre el mundo que les rodea y experimenten maneras de expresar sus emociones, temores, alegrías etc.



  • El juego constituye en el niño su actividad central. Hace activo lo que muchas veces sufre pasivamente. 
  • El niño juega no sólo para repetir situaciones placenteras, sino también, para elaborar las que le resultaron dolorosas.
  • Al jugar, el niño exterioriza sus alegrías, miedos, angustias y es el juego el que le ofrece la posibilidad de elaborar, por ejemplo, los celos hacia un hermanito en el juego con un osito, al que a veces besa y a veces pega. 
  • El juego le aporta una larga serie de experiencias que responden a las necesidades específicas de las etapas del desarrollo.
  • Un niño que no juega nos hace pensar que algo que le está sucediendo, y si esta situación se repite frecuentemente se hace necesario una consulta.
  • Compartir el juego del niño es una manera de intercambiar con él, contenerlo, y volver a conectarse con una parte de niños que conservamos los adultos a través del tiempo. 


El juego provee a los niños la oportunidad de hacer sentir su universo. Esto los ayuda a descubrir y desarrollar su propio cuerpo, descubrir a otros y desarrollar relaciones interpersonales para imitar papeles de la familia y descubrir nuevos modos de operar.

El juego le permite al niño conocer su mundo, descubrir su cuerpo, conocer a otras personas y relacionarse con estas, desarrollar vocabulario e imitar roles de adultos. El juego es un medio primordial en el aprendizaje de los niños de nivel preescolar. 

Estudios han demostrado que el juego con un rango de funcionamiento psicológico incluye pensamiento creativo, solución de problemas, habilidades para aliviar tensiones y ansiedades, habilidad para adquirir nuevos entendimientos, habilidad para usar herramientas y desarrollo del lenguaje.




Rousseau enfatizaba la importancia del niño, desarrollando sus instintos naturales, estableciendo un juego de niños en su ocupación natural y que no sienta alguna diferencia. Él veía el aprendizaje de los niños llevándose a cabo a través de la libertad y espontaneidad que el juego provee.  Ademas  veía el juego como una forma libre y espontánea de aprender.


 "El juego es una forma particularmente poderosa de actividad que tiene la vida social y la actividad constructiva del niño. Las funciones del juego difieren con la variación de edad cronológica. Muchas actividades del exterior e interior de los niños son determinadas por el equipo, espacio y superficie."  Jean Piaget.

Referencia: 
-¿Por que Juegan los niños? . Salinas K.  2009
Tomado de: http://escueladepadressafaalcala.blogspot.com/2009/12/por-que-juegan-los-ninos.html
- Autoria propia Danissa Oliva.

jueves, 21 de agosto de 2014

Los Ocho Principios Básicos de la Terapia de Juego No-Directiva

Estos ocho principios básicos, los cuales guían al terapeuta a la hora de realizar juego no - directivo con sus pacientes, suelen ser muy sencillos, pero son bastante útiles si se ejecutan con sinceridad, consistencia e inteligencia. Estos principios son los siguientes:
  1. El terapeuta debe desarrollar una relación interna y amigable con el niño, mediante la cual se establece un armonía lo antes posible. 
  2. El terapeuta acepta al niño tal y como es. 
  3. El terapeuta crea un sentimiento de actitud permisiva en la relación, de tal forma que el niño se siente libre para expresar sus sentimientos por completo. 
  4. El terapeuta está alerta a reconocer los sentimientos que el niño está expresando y los refleja de nuevo hacia él de tal forma que logra profundizar más en su comportamiento. 
  5. El terapeuta observa un gran respeto por la habilidad del niño para solucionar sus problemas, si a éste se le ha brindado la oportunidad para hacerlo. Es responsabilidad del niño decidir y realizar cambios. 
  6. El terapeuta no intenta dirigir las acciones o conversación del niño en forma alguna. El niño guía el camino; el terapeuta lo sigue. 
  7. El terapeuta no pretende apresurar el curso de la terapia. Este es un proceso gradual, y como tal, reconocido por el terapeuta. 
  8. El terapeuta establece sólo aquellas limitaciones que son necesarias para conversar la terapia en el mundo de la realidad y hacerle patente al niño de su responsabilidad en la relación.
Referencia:

Axline, V. M. (1988) Terapia de Juego. (10ma. ed.) Mexico. Editorial Diana, S.A. : 81-82.